“Pero también digo que entre tanto en que el heredero es niño en nada difiere del esclavo, aunque es dueño de todo, sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre”. Gálatas 4:1-2

Cuando las cosas no llegan cuando nosotros queremos, viene el sentimiento de frustración, de desánimo y quizá de decepción; en el peor de los casos abortamos todos aquellos sueños, aquellas promesas, aquella palabra profética, aquello que Dios ha establecido que es para nosotros. He escuchado a gente decir, vengo orando por la solución de este problema en mi hogar, por la sanidad en mi familia, la sanidad en mi cuerpo o sanidad en mis finanzas, pero no veo resultados; como que Dios se olvidó de mí o que sencillamente no me presta atención. Cuando tenemos esos pensamientos pasamos por alto que hay un tiempo señalado por el Padre. Eso es algo que Dios lo tiene marcado en su calendario, “porque hay obras trazadas de antemano preparadas para que nosotros caminemos por ellas”. Están trazadas con anticipación, trazadas con mucho tiempo. Si podemos usar el término, calendario, agenda, programa soberano de Dios, está escrito de usted, muchas cosas que tiene que vivir para que lleguen las otras. Muchas veces quisiéramos llegar al ultimo peldaño de la escalera, pasando por alto que indiscutible e innegablemente tenemos que pasar peldaño por peldaño.

Pasamos por lo primero, luego lo segundo, después lo tercero y posteriormente llegará en el tiempo señalado lo que ha dicho que ha de llegar. Muchas personas por precipitarse han cometido terribles errores, a lo mejor decisiones equívocas como por ejemplo casarse fuera de tiempo y con la persona equivocada, personas se han precipitado a invertir y hacer negocios por los intereses atractivos que ofrecen las compañías de finanzas, los bancos quizá y pasan por alto confirmar si son o no acreditados o respaldados. El Señor dijo: “haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”. Mt 6:19 Las ganancias y las riquezas son inciertas, hoy están, mañana quién sabe. Entonces las inversiones, el tiempo, las decisiones, todo lo que podamos hacer, sin entender que Dios tiene programas soberanos, propósitos ya establecidos, pero para un tiempo señalado, nos va a traer frustración si no lo metemos en el presupuesto.

Hoy un tiempo señalado por el Padre. En Gálatas dice claramente que el heredero mientras es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo, porque las cosas no llegan pronto. Imagine que ese niño es heredero de una gran fortuna, de un gran capital o de un gran terreno, no va a saber administrar si se le entrega todo aquel caudal en la etapa inmadura o de niñez, el cual puede ser bien empleado por alguien que tiene madurez. Entonces las cosas no llegan así por así, toman su debido tiempo, es necesario que se prepare, que madure, que estudie, que se capacite, se entrene, se asesore, para que sea un buen mayordomo de aquello que va a heredar. Es clave entender eso para evitar la frustración, el desánimo, la decepción, en el peor de los casos, el aborto de todo lo que Dios ha dicho que ha de llegar.

La mujer que está embarazada, lleva en sus entrañas un ser, aunque no haga nada, tarde o temprano va a dar a luz en el tiempo señalado. Al líder llamado Moisés, Dios lo quería como el caudillo que libertaría a Israel y lo llevara por el desierto hacia la tierra prometida. Se formó en el palacio de Egipto, fue un hombre conocedor de toda la cultura egipcia. Un día Moisés manifestó una debilidad, a lo mejor una inmadurez, sintió indignación al ver que golpeaban a uno de sus hermanos hebreos y sintió tal coraje que asesinó a un egipcio, lo escondió. Se estaba acercando el momento para ser tomado en cuenta como líder pero el Padre dijo, si en Egipto es mata-egipcios, en el desierto será mata-hebreos, necesitamos mandarlo al proceso. Y ese proceso llev{o 40 años. Hay tiempos de proceso, de formación donde debemos meterlo en el presupuesto que es necesario pasar.

¿Quiénes saben que el Señor tiene un tiempo para cada cosa? Diga conmigo: Dios tiene un tiempo señalado para mí, tiene un tiempo señalado para probarme, un tiempo señalado para esconderme, un tiempo señalado para honrarme, un tiempo señalado para formarme, un tiempo señalado para bendecirme.

Dr. Fernel Monroy

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